Wednesday, September 02, 2009

Especulación: tiempo como Cascarón Esférico

Leyendo aristóteles me acabo de topar con una sorpresa cuando cita a Agatón en la Ética a Nicómaco (VI 1139b 9-10):
Sólo de una cosa Dios está privado:
de hacer que no se haya realizado lo que ya se ha hecho.
Me pareció sencillamente genial puesto que a ellos quizás les pareció una afirmación obvia sobre la cual no merecía la pena pensarse, pero se puede considerar una intuición de la manifestación de uno de los aspectos de la Entropía.

Esto me recordó algo de Nietzsche que, rememorando, me parece que no he mencionado acá, pero de ser así valdría la pena repetirlo. En los fragmentos póstumos (11[206]) nos dice:
La magnitud de la fuerza universal está determinada, no es nada «infinito»: ¡cuidémonos de estas extralimitaciones del concepto! En consecuencia, el número de las situaciones, cambios, combinaciones y desarrollos de esta fuerza es, sin duda, inmensamente grande y a la vez prácticamente «inconmensurable», pero, en todo caso, determinado y no infinito. Pero el tiempo, en el que el universo ejerce su fuerza ciertamente es infinito, i.e., la fuerza es eternamente igual y eternamente activa: - hasta este instante ha transcurrido ya una eternidad, i.e., todos los desarrollos posibles tienen que haber existido ya. Por lo tanto, el desarrollo presente tiene que ser una repetición y así también en el que lo engendró y el que surge de él y así sucesivamente hacia adelante y hacia atrás. Todo ha existido innumerables veces en la medida en que la situación total de todas las fuerzas retorna siempre. Si, descontando esto, algo igual ha existido alguna vez o no, es algo totalmente indemostrable. Parece que la situación total conforma novedosamente las propiedades hasta en lo más mínimo, de suerte que dos situaciones totales diferentes no pueden tener nada igual. ¿Puede o no haber algo igual en una única situación total, v.gr. dos hojas? Lo dudo: esto supondría que tendrían un origen absolutamente idéntico y entonces tendríamos que asumir que ha existido algo idéntico por toda la eternidad anterior, a pesar de todos los cambios en las situaciones totales y toda creación de nuevas propiedades - ¡una asunción imposible!
De esta manera nos enfrentamos ante una argumentación matemática de la teoría del eterno retorno. Nietzsche ve al universo como un conjunto de fuerzas interactuando, formando distintas conficuraciones en cada instante. Fuerzas que si usamos lenguaje físico moderno, son manifestaciones de la energía del universo, que adopta entonces distintas configuraciones.
Un instante, entonces, corresponde a una determinada configuración de fuerzas. Si consideramos la ingente cantidad de energía en el universo, queda de manifiesto que la cantidad de configuraciones que ésta puede tomar es aún mayor. En este momento Nietzsche se basa en algo no demostrable, una suposición, intuición o principio de que la energía del universo es limitada.
Por lo tanto, considerando la teoría de probabilidades, la probabilidad de que un evento no ocurra sería si el número de eventos distintos fuera infinito, pero pese a que se trata de una cantidad enorme de alternativas, éstas tienen un límite, por lo que el evento tiene una probabilidad distinta de cero. Además, Nietzsche hecha mano a otra intuición no demostrable o principio: el tiempo es infinito. Si el tiempo es infinito se podría esperar que en algún momento ocurra ese evento, y no sólo eso, sino que se repitiera una y otra vez eternamente, aunque no necesariamente siempre con la misma historia, por lo que la arquetípica imagen mental del anillo se va por el caño.

De esta manera, esto que ha sido demostrado con probabilidades, pero asumiendo que la energía universal es finita y el tiempo infinito, en cierto modo entra en conflicto con la irreversibilidad entrópica.

Sin embargo, no se han considerado los problemas que presentan las teorías.
El tiempo, de acuerdo a la termodinámica (escala macro), es limitado, puesto que finalmente se llegará a un estado de muerte térmica del universo en los que cesará la transferencia de energía a causa de la extinción de las gradientes térmicas.
En el momento en que el flujo se detiene, el tiempo deja de existir, se convierte en un concepto no aplicable, por lo que tiene bastante sentido el hablar de este fenómeno como el fin de los tiempos o el fin del universo.
Pero ¿Hasta qué punto es esto es creíble?

Otra cosa a considerar es la constante cosmológica.
Me agradaría saber un poco más de astrofísica y cosmología en el sentido astronómico, pero lamentablemente soy un desconocedor de esos temas.
Sin embargo, hay tres aspectos que complican poder decir cualquier cosa respecto del universo en términos científicos:
La expansión del universo (el problema de la constante cosmológica), la materia oscura y la energía oscura, entes que se infieren a partir de ciertos fenómenos que pueden explicarse mediante su existencia.
Se ha dicho que si el universo se expande más rápido de lo que la entropía aumenta, entonces es ciertos lugares del universo la entropía puede "diluirse", o sea, disminuir a nivel "micro".

Además, la visión de la astrofísica busca crear una imagen del universo respecto de los elementos que hay en él y sus configuraciones, pero la inquietud que acá surge es sobre la forma del tiempo mismo, no del universo energético, aunque es muy probable que ambas cosas estén muy relacionadas.

Desde hace unos meses se me viene apareciendo esto en la mente.
El universo puede ser un cascarón esférico con un determinado "espesor".
Cada punto en el cascarón representa un instante determinado en un lugar determinado.
El espesor del cascarón tiene dos límites imaginarios extremos y absolutos: Ser/Esencia, Ying/Yang, Energía/Entropía.
Pero cuando digo Energía no me refiero al concepto común de energía, sino que me refiero a un tipo de energía que carece de entropía, o sea, es la completa y perfecta conciencia de sí y del enorno.
Estos límites extremos y asintóticos delimitan y también serían el motor de nuestro desplazamiento por la esfera temporal que tiende a exhibir patrones oscilatorios entre estos extremos, explicando cosas como eventos bellos y los aborrecibles, los agradables y los terribles. Así pues avanzamos en el tiempo y en el espacio, de una manera impredecible pues cada punto dentro de este cascarón esférico tiene una vecindad que a su vez es tambien esférica (a no ser que esté muy cercano a los límites), por lo que son infinitas las posibilidades conducentes a un solo evento.
Si el espacio-temporal es esférico, entonces el eterno retorno es posible... ¿Pero qué pasa con la entropía y la irreversibilidad?.

Dos maneras se me vienen a la mente de que esto pueda ocurrir.
Una, es que el ser humano se transforme en un maestro ingeniero de la vida, y logre reducir el incremento de la entropía, favoreciendo circuitos aislados de energía en donde se desperidicie lo mínimo posible, de forma que la entropía incremente lo más lentamente posible y sólo por causas naturales. El paso siguiente sería el poder incrementar la organización y aumentar las gradientes energéticas. Lo máximo que imagino en este sentido sería tener la tecnología para crear nuevos planetas y nuevas estrellas mediante reacciones en cadena de fisión nuclear en el espacio, asumiendo que en el espacio puedan haber algunos reactantes y condiciones para que eso ocurra, cosa que ignoro. Además habría que terraformar los planetas, sembrarlos con bacterias que generen una atmósfera tolerable. Junto con todo esto, habría que esperar que la expansión del universo fuera lo suficientemente acelerada como para producir estos bolsillos de reducción entrópica. En este caso el tiempo sería un concepto no tan importante, ya que no tiene un sentido claro, y si bien el eterno retorno dicta que enfrentemos la extinción y volvamos a surgir y volvamos a pasar por las cavernas, también implica que se volverá a provocar la disminución de la entropía, generándose así un fenómeno cíclico respecto del comportamiento de la energía, y no del tiempo, que pierde importancia.

La otra opción no depende del ser humano, sino de la forma misma del tiempo y del universo, asumiendo que el big bang es válido. Sólo que serían multiples big bang simultáneos. Suponiendo el universo como una cáscara de naranja, habría que imaginar al tiempo como un movimiento en un determinado sentido de la fruta y al big bang, como un meridiano que va de polo a polo de esta fruta, y que en realidad está constituído por múltiples partículas-semilla que estallarán de diversas maneras, en las que todas las maneras ocurrirán de manera simultánea, puesto que todos tendrían lugar cuando la "vuelta anterior" del tiempo choque con este "nuevo principio" que consiste en este big-bang meridiano multiparticular. De esta manera, todas las hebras de historia posibles ocurrrirían simultáneamente, incluso entrelazándose unas con otras. En este caso, el tiempo tiene un sentido claro y es distinto del instante por cuanto instante denota también una determinada configuración espacio-energética y además, el tiempo constituiría un concepto metafísicamente más importante que el cambio y la fluctuación, puesto que todas las posibles situaciones convergerían a la muerte térmica universal, y este "universo muerto" seguiría viajando por el tiempo hasta chocar con la línea del nuevo inicio, proporcionando la activación necesaria para el estallido de las "semillas", o diferentes partículas hiperenergéticas.
Si bien el tiempo tendría una preeminencia por sobre el flujo y el cambio, tamibién se volvería ambiguo y quizás irrelevante, ya que existiría una simultaneidad de realidades, o universos paralelos. En este caso el universo temporalmente hablando debería ser una esfera mucho mayor ya que en cada meridiano deberían estar todas las posibles configuraciones universales distribuidas de polo a polo, La causalidad se volvería algo más importante, ya que quedarían delimitadas las alternativas de cambio de cada realidad a lo que tiene inmediatamente delante en el tiempo.



Me falta argumentación y profundización... Estoy conciente de que tiene muchisimos puntos debiles.... Continuara

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