Sunday, September 10, 2006

Sobre estirpes y razas...

La especie humana dista mucho de ser un solo conjunto homogéneo de individuos cuyo comportamiento viene determinado por obra y gracia de la naturaleza y la evolución.
Nietzsche sostenía que había Plebe y Aristocracia. Aquellos poderosos, cuyo derecho era ejercer y manifestar su poderío sobre los demás y por otro lado estaban los débiles: la plebe.
Pero ¿quién es el poderoso?
Se refería al fuerte, aquél que gana en el juego de la vida, el triunfador.
Ellos tendrían el derecho de imponerse y de dar rienda suelta su poderío. Para el aristócrata lo bueno es la soledad, el orgullo, el pensamiento libre, la valentía e incluso la crueldad, en el sentido de que al ser misericordioso con alguien, éste es puesto en vergüenza.
El débil, por otro lado es gregario, humilde, su pensamiento es homogéneo, es prudente y piadoso. Es por ello que para el débil, el fuerte es el malo y para el fuerte, el débil es el malo.
Según N. el débil logró subyugar, pese a todo, a los fuertes, debido a que son más en número y más astutos pues concibieron una moral emperadora que exalta la bondad del débil y que funciona como una camisa de fuerza para el fuerte: los ígneos latigazos de la mala conciencia lo azotan cada vez que él muestra las garras. Es lo mismo que si las palomas torturaran a las águilas cada vez que el águila abriera orgullosa sus grandes alas.

Yo no creo que exista tal cosa como los buenos y los malos, tal como Nietzsche lo señala en su concepción de aristocracia en el sentido de "los mejores".

La especie humana no lo es tal. La especie humana es un conjunto de varias razas que se hayan distribuídas en distinto número y que para bien o para mal son capaces de reproducirse entre sí. Y con razas no me refiero en lo absoluto a nada físico, ni a color, ni a idioma, ni a tamaño ni nada similar. Es un asunto de personalidad, de talante y naturaleza. Esto es fruto de varios factores interrelacionados, siendo el principal la circunstancia, y como secundarios lejanos la crianza, época histórica y el factor genético, entre otros.
Es posible comparar a la raza humana como un ecosistema completo, en donde las relaciones de depredador-presa se transforman en relaciones de otro tipo, como por ejemplo de influencia, de gobierno, de usufructo, etc.
El animal más ampliamente distribuído en este ecosistema es la oveja. Un animal que es gregario y que vá hacia donde lo dirijan. No son muy inteligentes y aceptan felices el cautiverio y la domesticación. Mientras tengan a su disposición el suficiente alimento y la suficiente protección, no les molesta ser trasquiladas y ordeñadas periódicamente, e incluso aceptan de vez en cuando el sacrificio de algunos ejemplares para que los otros sigan teniendo el derecho a pasto y protección.
Pero así como hay ovejas, hay lobos, tigres, monos, garrapatas, escorpiones, abejas, hormigas, tiburones, águilas, serpientes, vacas, gacelas, búfalos, jabalíes, cerdos, perros, gatos, zorros, chacales, y un largo etc... Cada uno con sus fortalezas y debilidades y funciones que cumplen en el ecosistema.
No me pondré a hacer una enumeración y una categorización ni tampoco a describir cada uno.
Todos son igual de importantes en un ecosistema.
Los fuertes necesitan de los débiles y los débiles necesitan de los fuertes, no hay ninguno que esté "bien" ni "mal", o que sea "mejor" o "peor" por ser como es.
Hay roles que deben ser cumplidos a cabalidad para que el ecosistema se mantenga en equilibrio. En este sentido, es injusto que se le corten las alas a las águilas y que se les limen las uñas y los colmillos a los tigres y los lobos. Es entonces cuando las cosas no funcionan y empieza a haber un desequilibrio que resulta muy perjudicial.
Las ovejas están intentando que hasta las serpientes, lobos y tigres se transformen en ovejas y eso no puede estar bien. Al lobo se lo castiga por ser lobo y al tigre por ser tigre.

Nietzsche decía que el fuerte no es astuto pues no lo necesita, y que el débil es astuto para así lograr finalmente imponerse. Es así como los que no somos herbívoros debemos ir contra nuestra naturaleza en los tiempos actuales y utilizar artimañas como disfrazarnos de oveja y recurrir a la astucia y la ocultación para poder sobrevivir. Sin embargo, es necesario tener cuidado de no transformarse en aquello de lo que nos disfrazamos por descuidar el filo de las garras y los colmillos.
Es menester, por lo tanto, ser maestro de ambas cosas a la vez: de la astucia y de la naturaleza propia, así como también es necesario armonizarlas y saber cuándo usar cada una. Es necesario saber actuar, pero manteniéndose fiel a uno mismo.

Al hablar de humanos, por lo tanto, sólo hay diferencias.


Silent Enigma

PD: En todo ecosistema hay conflictos. Yo no estoy promoviendo un relativismo moral, sino más bien la libertad de profesar una moral. No es un intento de promover mi propia forma de pensar sino un manifiesto que dice: "He aquí mi moral, prepárate a ser juzgado por ella. Tú tienes la tuya, júzgame como te parezca, pero no me condenes por el hecho de tener mi propia moral. Aceptemos de una vez la existencia de este conflicto."
Dependerá de que tan distintas sean las morales el grado de conflicto que pueda haber entre ellas.